viernes, 22 de diciembre de 2006

Imágenes codificadas

Maripau ha venido a buscarme para pedirme que la acompañara a su sitio; que había conseguido escanear una imagen que debía enviar a otro compañero por correo electrónico pero su ordenador

- No la entiende bien, la muestra codificada.

En realidad el escaneo se lo ha hecho Julitez y el compañero a quien le tiene que enviar la imagen es su cuñado. Nada extraño en esta empresa donde las 2 primeras horas de trabajo se dedican a investigar profusamente la prensa diaria (por un lado) y a despellejar a los últimos rosafamosos aparecidos el día anterior en la plataforma de lanzamiento correspondiente (por otro).

Uhmmm. Miro el reloj. No hay problema, estamos dentro del horario previsto.

- ¿Codificada?

- Sí, ven. Acércate.

Como he pasado mucho tiempo viendo el canal Natura he aprendido que debo acercarme a Maripau con el viento en contra y quedarme agazapado detrás de su chepa para observar detenidamente su modus operandi. Observo cómo, abre el programa multiusos que lo mismo te permite escribir un texto que freir un huevo Microsoft Word, localiza la imagen con Archivo->Abrir (ya sabemos que a Edición->Importar imagen se le da el mismo uso que a la palanca del intermitente en los coches) y la carga. Por supuesto, Word no espera una imagen donde debería haber un texto (peras en un olmo ¡NO!) y claro, codifica la imagen.

Me pregunto si Maripau comerá la sopa con tenedor... Pero prefiero guardarme mis pensamientos para mí (no vaya a ser que me los robe para su propio blog) y le explico de forma pausada y efectiva (eso debe decirlo ella debo decirlo yo en mi próxima visita, si hay, que la habrá) cuál debería ser el uso oficial de Word y me vuelvo a mi sitio a perder el tiempo, que ya sabemos que es algo que hacemos los informáticos cuando no estamos cambiando teclados o ratones.

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